Izquierda sustentableCuando pensamos en el proyecto de izquierda sustentable lo hacemos considerando algunas cuestiones… Lo primero es nuestra identificación con una cultura de izquierda…
Una izquierda que conjuga las reivindicaciones históricas con respuestas innovadoras para nuevos y viejos problemas.
Una izquierda que no impone un único modelo de familia y reconoce el derecho de las personas a elegir su manera de vivir, sentir y ser feliz.
Una izquierda que no ataca las cuestiones de la seguridad pública solamente desde lo represivo sino que lo hace complejizado el tema y atacando sus causas más profundas.
Una izquierda que profundiza el camino de la equidad en todas sus propuestas para garantizar la igualdad de oportunidades a todas y todos, no tratándolos como iguales sino atendiendo primero al que esta peor y así dar la batalla para la construcción de una sociedad más justa.
Una izquierda que apuesta a la construcción de la memoria colectiva como único camino para la construcción de identidad, fundamental para sostener los cambios en el futuro.
Una cultura de izquierda que apuesta a la solidaridad entre las personas y amplía el concepto de libertad en un sentido más amplio y profundo.
En nuestro país esta cultura se sintetiza en el Frente Amplio, con su historia, con su diversidad, con sus perspectivas y fundamentalmente, con su capacidad de articulación con los ámbitos de la sociedad que comparten esta manera de ver y entender al país y al mundo.
Es justamente en este sentido que entendemos como legítima nuestra propuesta de participación. Sucede que los ámbitos orgánicos del FA resultan poco atractivos y hasta excluyentes para la participación y es desde nuevas propuestas que debemos aprovechar, promover e incentivar la participación de otros y otras que tienen mucho para aportar.
La idea no es un FA paralelo, queremos ampliar la concepción clásica del término bases, queremos contribuir al triunfo progresista en octubre próximo y queremos generar ideas y proyectos que den sustentabilidad a ese segundo gobierno. No por la herramienta FA en sí misma, no por obtener el gobierno como fin, sino para profundizar en los logros y aprovechar las oportunidades que están abiertas para potenciar esta cultura de izquierda en el Uruguay.
Estamos construyendo el país que queremos, en el que queremos vivir y eso va más allá de cualquier orgánica, esto lo tenemos que entender todos, los de adentro y los de afuera, los orgánicos y los simpatizantes, los convencidos y los no tanto. Encontrarnos en esa construcción, encontrarnos en lo ideológico, encontrarnos en el avance de los cambios…en fin, encontrarnos y sumar esfuerzos con perspectiva de futuro.
Desarrollo productivo con equidadLas políticas económicas de un proyecto de izquierda tienen una mirada integral de la producción de bienestar social, donde el crecimiento económico se visualiza integralmente acompañado de la equidad, donde ambos se retroalimentan. Desde este lugar, el Estado se concibe como un actor activo, tanto en la elaboración de políticas más orientadas a promover el crecimiento económico, como en las más sesgadas a la búsqueda de la equidad.
Asimismo, un proyecto de izquierda democrático, no concibe al Estado como único actor en este proceso, sino por el contrario, promueve la participación de otros actores que puedan contribuir de forma cooperativa, a este proceso complejo y que involucra intereses diferentes. En este sentido, un proyecto de izquierda debe fomentar la participación de los trabajadores y empresarios en el proceso de desarrollo productivo, y promover una relación lo menos asimétrica posible entre ambas partes.
Las primeras se basan en fomentar un desarrollo productivo generador de empleo, con un énfasis en mejorar su calidad, y sostenible en el tiempo, para lo cual es muy importante la promoción de la inversión productiva, y aún más, la que se basa en el trabajo calificado y en la innovación.
Las segundas, utilizan la redistribución de los recursos con una mirada amplia, buscando la provisión de protección social en aquellos grupos en situación de riesgo o vulnerabilidad social, entre los que se destacan los sectores de bajos recursos económicos, las familias con hijos o con discapacitados a cargo, mujeres jefas de hogar, trabajadores con edad avanzada sin causal jubilatoria, jóvenes con escasa calificación laboral y afrodescendientes.
Creemos que este gobierno ha puesto la mirada en estos ejes, y que ha implementado acciones que nos han permitido iniciar este proceso.
Jugando un nuevo rol…
Las políticas sociales en el gobierno de izquierda
Nuestro particular interés en este tema surge a partir de que, como innovación, un gobierno crea y desarrolla estrategias dirigidas concretamente a asegurar igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos, haciendo especial hincapié en aquellos que han sido mayormente excluidos por diversas razones, por ejemplo: no formar parte del sistema formal de trabajo, no haber podido acceder a la educación formal, no acceder realmente al sistema de salud.
En materia de salud, la reforma operada apunta a crear un sistema de salud de acceso universal a través de un fondo único financiado por los usuarios en relación a sus ingresos.
Así el Estado interviene asegurando la atención sanitaria apropiada para todos los ciudadanos, sin que sus diversas condiciones económicas resulten un obstáculo para lograrlo.
En materia laboral, para aquéllas personas con mayor grado de vulnerabilidad social, se han realizado diferentes programas desde los diferentes organismos del Estado, como por ejemplo, Uruguay trabaja, promoviendo, a través de estrategias socioeducativas, la inserción laboral de desocupados de larga duración, pertenecientes a hogares de bajos recursos y con un bajo nivel de educación formal.
Más allá de los éxitos o falencias que puedan constatarse en los resultados de la aplicación de estas políticas, creemos desde nuestra visión de izquierda, en la importancia de la continuidad y perfeccionamiento de este proceso.
Percibimos que ha operado un gran cambio en nuestro país en la manera de concebir las políticas sociales, no ya como políticas aisladas y meramente paliativas, sino como acciones que apuntan a la inclusión y equidad social en el marco de un proceso integral y sostenido.
Construyendo ciudadaníaCuando hablamos de construcción de ciudadanía, pensamos en los derechos de las ciudadanas y los ciudadanos y en su amplio conocimiento para ejercerlos y defenderlos, pero estamos fundamentalmente hablando de libertad, en su sentido más amplio y profundo.
En este sentido y teniendo en cuenta que esto es transversal a todas las políticas aplicadas por este gobierno, nos detendremos en algunos puntos que a modo de ejemplo demuestren la amplitud, la complejidad y también la integralidad con la que deben ser pensadas las medidas para la inclusión.
Junto con la aplicación de políticas sociales más “clásicas”, desde la Educación se han hecho propuestas (por ejemplo: Plan Ceibal, aulas comunitarias y “En el país de Varela…”) que apuntan a eliminar brechas, en el sentido de igualar en oportunidades -igualar el punto de partida- y adquirir conocimiento que se traduce en mejores posibilidades de desarrollo de ciudadanía.
Desde la profundización de los Derechos Humanos, no sólo en lo que tiene que ver con la lucha por verdad y justicia sino en un sentido más amplio (por ejemplo: el reconocimiento a la diversidad, la ley de unión concubinaria, políticas con perspectiva de género, derechos sexuales y reproductivos, etc.) también se ha ganado en garantías para la construcción de ciudadanos más libres.
Desde las Políticas de Seguridad, que no deben ser simplificadas a medidas represivas y demagógicas del tipo “un policía por cuadra” o a estigmatizaciones simplistas y mentirosas como que los delincuentes son todos jóvenes drogadictos, sino que deben ser entendidas como parte de un todo muy complejo que tiene que ver en su raíz con la inequidad y la exclusión; también se han pensado políticas más amplias para el reconocimiento de los derechos humanos con una visión más humana y con perspectiva de izquierda (por ejemplo: la ley de humanización de cárceles).
La idea de “libertad”, entendida como la posibilidad siempre de elegir conscientemente y con las debidas garantías para hacerlo; es fundamental a la hora de analizar lo ganado en derechos durante los últimos años en nuestro país y generar consciencia colectiva para sostener estos avances de ahora en adelante.
Políticas de desarrollo estratégico
en innovación y sustentabilidad
Lo importante de abordar esta temática es el cambio de visión en cuanto al modelo de desarrollo del país de este gobierno, dando mayor importancia a la sustentabilidad, el conocimiento, la innovación y el emprendedurismo.
Se han tomado acciones claras y concretas, que apuntan a desarrollar una nueva matriz energética, más independiente y con estrategias a largo plazo.
También se apuesta a la investigación y a la innovación mediante el diseño, organización y administración de planes, programas e instrumentos para el desarrollo científico tecnológico y para el fortalecimiento de las capacidades de innovación de técnicos, profesionales y empresas
Mas allá que es solo el comienzo de un largo camino, creemos que es de central importancia para poder pensar en un país productivo con crecimiento genuino y sostenido en el largo plazo, que se tomen este tipo de acciones, dado las implicancias que tendrá en la mejora de las condiciones laborales, en el bienestar social y en lo cultural promoviendo la apuesta a la creatividad y a la generación de conocimiento.
Alterá las bases
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